sábado, 9 de julio de 2011

capitulo II Origen de los Hebreos

LOS HEBREOS
Los más respetados historiadores, egiptólogos, teólogos, antropólogos e investigadores están de acuerdo en el real origen de los hebreos, aquí todo esta claro pues hay evidencias escritas por los propios hebreos, babilónicos, egipcios y hasta romanos. Todo, entonces, es cuestión de saber interpretar los eventos y de analizar los sucesos sin ningún tipo de ceguera.  
La historia nos detalla que a inicios  de la aparición de las civilizaciones, es decir cuando el hombre dejo de ser neanderthal para ser hombre moderno y agruparse en tribus nómades integradas por clanes familiares que buscaban mesetas fértiles donde pudieran conseguir alimento, aparecieron tribus que gracias al conocimiento de la agricultura  se asentaron en territorios buenos para el cultivo y con el tiempo fueron desarrollando poblados y luego ciudades siendo esta modalidad de agrupamiento de personas una manera de protegerse de las aun existentes tribus nómades semisalvajes que solo buscaban, cual langostas, entrar con fiereza y prepotencia a territorios fértiles consumir lo existente y luego partir en busca de un nuevo lugar donde hacer lo mismo. El vivir integrado en forma de poblado y/o ciudad, por agrupar a un número considerable de personas, fue un adelanto geosocial que permitía  amedrentar  a estas tribus salvajes que ya lo pensaban dos veces antes de atreverse a ingresar y devorar las cosechas.
Dentro de estas primeras civilizaciones sedentarias se destacan los summer o sumerios que tenían una organización del tipo ciudades estado sobresaliendo las ciudades de Ur, akadia, etc. muchos poblados menores y primitivos se integraron a estas ciudades estado asimilando su cultura, tecnología, conocimiento en labrar la tierra, creencias religiosas, etc. Otras se mantuvieron  primitivamente de forma errante como recolectores desapareciendo con el tiempo o simplemente integrándose persona por persona a algún pueblo sedentario.
El hábitat original de los hebreos (palabra utilizada para nombrar a los pueblos nómades semi primitivos de recolectores y luego pastores), fue la península arábiga. Sin embargo, cuando comienza a agotarse los recursos naturales de esta región, deciden mudarse al mando de su patriarca Terah (padre de abraham),  migran hacia la Baja Mesopotamia, a las proximidades de la ciudad de Ur (ciudad akadia semita de gran desarrollo), un territorio trabajado por sus pobladores semitas quienes avanzados en técnicas de agricultura  lo habían hecho más abundante en productos agrícolas y forraje para el pastoreo.
En un principio el término hebreo (“habiru”) era utilizado para nombrar a la  “gente del otro lado”, es decir, los que venían del otro lado del rió Eufrates . Esta denominación  servía para identificar a las tribus errantes así como a los emigrantes o gente que vagaba por las montañas y bosques de la región. Este vocablo (habiru) también servía para nombrar a criminales, fugitivos, refugiados de aldeas desintegradas, merodeadores mercenarios, ladrones, desclasados sociales, enfermos y locos.  Todos estos últimos  suponían una constante amenaza tanto para las comunidades sedentarias de las ciudades evolucionadas como para los mercaderes y otros viajeros de la región, por lo que el termino habiru contenía cierto rasgo despreciativo (indican los historiadores).
Hacia el siglo XVIII AC, cuando dominaba la primera Dinastía de Babilonia, este pueblo hebreo (habiru) compuesto de tribus errantes que acampaban en territorios de la ciudad de Ur se trasladó hasta Palestina, que antiguamente se llamaba Canaán. guiada por el patriarca Abraham. Es probable que el desplazamiento se haya debido bien a fenómenos naturales que redujeron la posibilidad de obtener alimentos, combinado con la presión ejercida por los pueblos mesopotámicos por expulsarlos puesto que veían con malos ojos a estos  nómades (hebreos) que ingresaban sin permiso a sus tierras a consumir sus pastos y cosechar sin permiso sus siembras. 
Los hebreos estaban organizados en tribus compuestas por clanes familiares de pastores dirigidas por patriarcas. Según la tradición bíblica, los primeros patriarcas reconocidos fueron Abraham, Isaac y Jacob. Este último cambió su nombre por el de Israel (que en hebreo significa “el que lucha contra Dios”), y esta nominación pasó a designar luego a todo el pueblo al ser este el clan con mayor cantidad de integrantes y el más agresivo en batalla.  (historiadores y egiptólogos dan cuanta que el nombre Israel – el que lucha contra Dios –  es asumido por este pueblo hebreo para resaltar su característica  de  mercenarios contratados por terceros para luchar contra pueblos con otros dioses en las luchas por capturar territorios).
En las llamadas Tierras Altas de la orilla occidental del río Jordán, los errantes/hebreos pudieron mezclarse con los indígenas y posiblemente con nómadas beduinos shasu que merodeaban por la región, para formar la simiente proto-israelita que comenzaría a tener unos rasgos propios distintivos del resto de pueblos cananeos. La costumbre de no comer carne de cerdo, quizá fue introducida por una forma de vida nómada o seminómada como la de los shasu y muchos de los apiru, pastores de ovejas y cabras de la región, puesto que un ganado menor es fácilmente transportable y adaptable, también debió estar apoyada por la muy influyente religión cananea y egipcia sobre la impureza del cerdo.
Tiempo después, algunos grupos o tribus hebreas (ya autodenominadas Israelitas) se sumaron a los hicsos (otra tribu nómade importante) cuando estos invadieron Egipto en el siglo XVIII AC. Mientras los hicsos dominaron el norte de Egipto, los hebreos estuvieron protegidos, pero cuando parte de estos invasores fueron expulsados por los príncipes de Tebas, los hebreos se vieron reducidos a una situación de sometimiento durante el Imperio Nuevo. Esta permanencia conocida como el “Cautiverio de Egipto”, finalizó cuando salieron del país guiados por Moisés hacia los siglos XIV o XIII AC. Moisés guió a su pueblo por el sur del desierto de Sinaí (puesto que el norte de esta península estaba custodiado por fortalezas egipcias) para llevarlo nuevamente hacia Canaán.
Según escribe Trevor Bryce en “El reino de los hititas”, Ed. Cátedra 1998, pág. 211:
 
 
Son quince las Cartas de Amarna al Faraón Ajenaton  que mencionan a Aziru y numerosas las que hacen referencia a los hapiru/habiru (invasores errantes), ya sea directa o indirectamente. Pero el objetivo que nos ocupa es saber si debemos identificar la incursión hebrea en tierras ajenas con las menciones egipcias sobre los apiru (errantes, nómades): El parecido fonético es innegable, como lo es también la situación geo-política que parece indicar que debemos aceptar dicha identificación como que hablan de los hebreos israelitas invasores. La lengua de las Cartas de Amarna es un akadio egipcianizado, por lo que no sería de extrañar que reyes como Rib-Addi pidieran socorro ante el acoso de unas tribus errantes invasoras, fonetizando en cuneiforme la denominación egipcia para las mismas y de esa manera hacerse entender por el rey egipcio sobre quienes eran los enemigos que pretendían invadir sus tierras.

En Egipto las Cartas de Amarna son la mejor documentación acerca de ellos como hemos visto en el epígrafe anterior. No obstante los biblistas, a pesar de la seductora similitud fonética, rechazan identificarlos con el primitivo Israel; en cambio si reconocen en el término un estrato social (seminómadas sin ciudadanía) a los que legítimamente aceptan pertenecían los antiguos israelitas. Es decir aceptan que las cartas hablan de la invasión a tierras ajenas por tribus nómades pero rechazan que dentro de ellas estén incluidas las de los israelitas primitivos a pesar que los israelitas eran parte de estas bandas de gente errante dedicadas a invadir tierras ajenas y consumir sus cosechas y sembríos, y que incluso coincide en fechas con el ingreso de los hebreos a Egipto. ¿?
Los registros Egipcios indican una suerte de convivencia con los hebreos israelitas pero no una relación de esclavitud como erróneamente se piensa pues está ampliamente comprobado que en Egipto no existían esclavos, existía el sistema de corvea, por el cual quienes no podían pagar los tributos con la cosecha debían pagarla con su trabajo, por lo cual debían trabajar para el Faraón y su corte durante 30 años, después otro de su familia trabajaría 3 años y así sucesivamente (con lo cual siempre había un miembro de la familia dentro del sistema de corvea, por esta razón es que en el siglo XIII a. C. los hebreos Israelitas se rebelaron y regresaron a Canaán "la tierra prometida" bajo la guía de Moisés. Este viaje se conoce como el éxodo, durante este viaje se detuvieron en el Monte Sinaí donde según su propia tradición el pueblo Hebreo recibió las tablas de la Ley y selló el pacto eterno entre Dios y el pueblo de Israel.
Al parecer, las leyendas como las del éxodo bíblico o expulsión de Egipto de los hiksos (según los registros egipcios), el paso por el Sinaí (leyenda original de la tribu shasu) o la conquista de Canaán (las conquistas de Abdi Ashirta y sus descendientes) y otros muchos relatos originarios de las distintas tribus errantes, quedarían impregnadas en la conciencia colectiva de aquellas gentes e integradas como parte de una sola historia. Un débil recuerdo de un pasado añorado y el deseo de una identidad como nación tras conseguir integrarse y asentase en unas tierras no reclamadas por nadie salvo en condiciones de servilismo o “enemigos menores” como los filisteos (descendientes de los llamados Pueblos del Mar por los egipcios), y que fueron el caldo de cultivo para el nacimiento del reino de Israel sobre el año 1.000 a.C., pero la “historia” se re-escribiría siglos después (VII a.C.) acomodándola a intereses políticos.
 
La confusión actual generalizada se basa en pensar en aquellos primeros israelitas como una sola etnia o pueblo con un origen determinado y además llamarlos hebreos deformando el verdadero significado original de esa palabra (sociológico y no étnico, tal y como aparece también en la propia Biblia inicialmente como en el caso de Abraham), que de forma un tanto irónica ha guardado durante milenios el misterio de la historia real de Israel, o mejor dicho, su falta de historia o mezcla de leyendas debido a un origen multiétnico imposible de precisar en la actualidad: pues Israel se formó de la suma de personas sin nación y restos errantes de poblaciones Cananeas, sauz,  apiru y de todo tipo de origen, no sólo descendientes de los hiksos, aunque es posible que estos  últimos fuesen los responsables de que se generalizase el uso del apelativo “hebreo-apiru-habiru” al aumentar considerablemente el número de integrantes de esta tribu. Fueron tiempos en que los clanes se preocupaban por tener la mayor cantidad de hijos para aumentar el número de personas y hacer de su tribu la más grande y por tanto preponderar en el territorio.

Moisés.

La biblia y el Tora Judio nos cuentan la historia de Moisés, de cómo es rescatado del Nilo y se convierte en parte de la aristocracia egipcia y mas tarde guía a su pueblo en su salida de Egipto, nos habla de las plagas que azotaron Egipto, de la división de las aguas, de los 10 mandamientos, etc.
Parece que todos estos hechos si tienen base histórica y científica que los respalden, pues existen cartas e inscripciones egipcias que de una u otra forma respaldan estos sucesos pero narradas según la versión egipcia es decir por el otro lado de la medalla, algunos de los aspectos mas importantes y que pueden crear controversia son que de acuerdo a algunos escritos encontrados recientemente y que vienen siendo analizados, indicarían que en realidad los hebreos no salieron huyendo de la esclavitud de Egipto sino que fueron  echados por los egipcios de su territorio.

La biblia y el Tora hebreo narran el episodio en que Moisés sube al monte a hablar con Dios y recibe de él los 10 mandamientos. Versiones apócrifas narran la misma historia indicando que ya en el desierto Moisés cansado ante el reclamo y sublevación de su pueblo multiétnico sube al monte y escribe las leyes, y que al bajar encuentra a su pueblo adorando al Dios Baal (Dios principal del panteón akadeo y muy popular entre las tribus nómades al igual que el Dios yavé), enfurecido Moisés deja caer parte de las tablillas salvándose  solo 2  con los 10 mandamientos o leyes. Curiosamente los 10 mandamientos son la trascripción de una parte de las recomendaciones del libro de los muertos  egipcio, (una suerte de manual de conducta y valores con los que se instruía a los príncipes y realeza egipcia a fin de poder ser merecedores de ingresar al panteón de sus dioses luego de muertos). Este conocimiento lo tenía Moisés al haber sido criado y educado como príncipe egipcio. Y no seria nada extraño que estando en el monte decidiera escribirlos y darlos al conflictivo pueblo hebreo  como una forma de mantener el orden y la calma.

En el capítulo CXXV del Libro de los Muertos (Papiro de Ani) se incluye una lista de juramentos para alcanzar la vida después de la muerte. Estas declaraciones juradas son confesiones negativas, que llevan implícito el mandato de los dioses egipcios a llevar una vida recta; algunas de estas confesiones se asemejan sobremanera a los mandamientos del decálogo israelita. Por otro lado, algunos de estos mandamientos o leyes corresponden también al código de Hammurabi  escrito por el rey sumerio mucho tiempo atrás. Parece entonces que Moisés siendo un hombre letrado se inspiro en las normas del libro de los muertos y en el código de Hammurabi para redactar sus mandamientos y así lograr un orden entre el conflictivo pueblo hebreo. Recordemos que el pueblo hebreo siempre fue desunido y no es sino hasta en tiempos del Saúl, David y Salomón que logran crear un reinado y unificarse por un breve periodo.

Luego de su salida de Egipto y vagar por el desierto liderados por Moisés, los hebreos llegan a la tierra prometida. El ingreso de los hebreos en Canaán fue muy lento, pues se produjo entre los siglos XIII y XI AC. Para poder instalarse en la región, debieron enfrentar a los pueblos cananeos establecidos en la zona. Durante estas luchas, los hebreos estuvieron organizados en doce tribus, dirigidos por jefes políticos, militares y religiosos que recibieron el nombre de Jueces.
Para unificarse ante los enemigos y fortificarse militarmente, establecieron finalmente un gobierno monárquico a fines del siglo XI AC. Esto fue posible porque en esa época no existían grandes imperios enemigos. Egipto estaba en decadencia y Babilonia sufría las invasiones de otros pueblos. Es este un periodo de afiatamiento y fortalecimiento para el pueblo hebreo Israelita y tiempos de las conocidas leyendas bíblicas de Saúl, el rey David y  Salomón.
El primer rey de los hebreos fue Saúl. Su sucesor, David, conquistó la ciudad de Jerusalén y la convirtió en la capital del reino. Este monarca también organizó el ejército y comenzó a crear alianzas con las ciudades fenicias. Sin embargo el apogeo del poder monárquico se produjo con Salomón en el siglo X AC. Bajo su reinado se establecieron las fiestas religiosas y se construyó el Gran Templo de Jerusalén con ayuda de arquitectos de Tiro. Asimismo el rey Ahiram de Tiro facilitó su flota a Israel para traer productos de Arabia y de las costas africanas. También fue muy intenso el comercio caravanero.
En política interior, Salomón limitó la autonomía de las tribus y organizó un sistema de impuestos para mantener a la corte a los funcionarios y al ejército. Esos gastos y la imposición de trabajo obligatorios a los habitantes disgustaron a la mayoría de la población, y ocasionaron en consecuencia, fuertes tensiones sociales.
Al morir Salomón, al rededor del 930 AC, se produjo una nueva división entre los hebreos. Diez tribus conformaron el Reino de Israel constituyendo su capital en Samaria. Este reino mantuvo su independencia hasta el 722 AC, cuando fue derrotado por los asirios. Al producirse esta conquista, la mayor parte de la población fue deportada y los asirios colocaron un gobernador en la zona. Las dos tribus restantes formaron el reino de Judá, con capital en Jerusalén. Judá subsistió hasta el 586 AC, año en que cayó en manos de los neobabilonios.
Durante el cautiverio se difundió la prédica de los profetas, quienes difundieron el mesianismo, es decir, la creencia en la llegada de un Mesías o salvador del pueblo hebreo del yugo de sus opresores.
Conclusiones:
La palabra “Hebreos” es el término que se utilizaba para nombrar al grupo de familias nómades que vivían en carpas que pasaron de ser tribus de gente recolectora a pueblo dedicado al pastoreo de animales en tiempos de los orígenes de la civilización.
Los Hebreos no tenían terrenos ni nacionalidad eran grupos de gente errante que invadía territorios fértiles y luego de agotar los recursos se trasladaban a otros terrenos dentro del reinado de la ya en ese tiempo establecida civilización sumeria.
Posiblemente los hebreos se forman de la coalición de diversos personajes y familias que se quedaron sin terrenos ni pueblo durante las luchas de territorio con los sumerios.
De entre todas estas tribus nómades cobra importancia por la cantidad de sus integrantes la tribu de los hiksos, y se cree que de la coalición de tribus Cananeas, sauz,  apiru y de otro tipo de origen surgen los comandados por Abraham.
Los sumerios fueron la primera civilización de la humanidad luego de los neandertales, tuvieron adelantos increíbles para su tiempo y Abraham, sale con sus doce tribus de la ciudad sumeria de Ur por lo que no seria extraño reconocer la influencia que ejerció la civilización sumeria en los hebreos.
Yavé es el nombre de un dios sumerio que se hizo muy popular entre las tribus de los errantes hebreos.
Según la biblia Moises saca al pueblo hebreo de Egipto, según los textos egipcios son ellos los que los expulsan por no cumplir con las leyes egipcias del pago de ofrendas e impuestos, lo cierto es que Moises escribió los 10 mandamientos solo en el monte y resultan que no eran 10 sino muchos mas solo que en su ira por regresar y ver que adoraban al dios Baal (también Dios sumerio) rompe otras tablillas quedando 2 que contenían los 10 mandamientos.
Los 10 mandamientos guardan casi exacta similitud con los textos del libro de los muertos egipcio (manual de conducta para los faraones en su intención de hacerse dignos de entrar al reino de los dioses) y con el código de hamurabi (conocido monarca sumerio). Recordemos que Moises fue criado por la realeza egipcia y fue instruido tal y como seria instruido un miembro real egipcio, es decir el si conocía el libro de los muertos.
La religión hebrea de Abraham entonces guarda mucho de la religión sumeria y parte de la egipcia (por los 10 mandamientos), la tribu de Levi a la que pertenecía Maria (madre de Jesús) eran los encargados de guardar los conocimientos religiosos y los únicos que conocían todos los secretos sobre las prácticas místicas religiosas hebreo israelitas.  

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